Pérdida Auditiva Inducida Por Ruido

¿Se puede prevenir la perdida auditiva inducida por ruido?

La pérdida de audición inducida por el ruido es el único tipo de pérdida de audición que es totalmente prevenible. He aquí la importancia de conocer un poco de este tema que es parte de nuestra realidad actual.

Hoy en día, la exposición al ruido es una de las mayores causas de la pérdida de audición y tinnitus. Hace algún tiempo la pérdida auditiva inducida por ruido se relacionaba principalmente a la exposición de este en el ámbito laboral como fábricas ruidosas, minería, construcción, uso de maquinaria grande, etcétera. Sin embargo, en la actualidad la industria laboral a nivel mundial se preocupa cada vez más por la salud auditiva en los diferentes ambientes de trabajo, haciendo regulaciones del ruido, reglamentos, protección auditiva y otras acciones para minimizar el riesgo de generar daño auditivo.

Actualmente la pérdida de audición inducida por ruido se asocia más al ruido generado en tiempo de diversión, ocio y escuchar música alta. Los ruidos muy fuertes pueden ser dañinos, aunque duren poco o mucho tiempo. Estos ruidos pueden dañar las delicadas estructuras del oído interno, causando pérdida de audición inducida por el ruido la cual puede ser temporal o permanente, en uno o en ambos oídos.

Este tipo de pérdida auditiva puede ser inmediata o puede tomar tiempo hasta que sea notoria. Es importante saber que aun cuando la persona no pueda notar que está dañando su audición, lo podrá notar en el futuro.

La exposición a niveles dañinos de ruido puede ocurrir a cualquier edad. Las personas de todas las edades (incluyendo niños, adolescentes, adultos jóvenes y personas mayores) pueden desarrollar pérdida de audición inducida por el ruido. La reciente publicación de la Organización de la Salud refiere que más de 1000 millones de personas de edades comprendidas entre los 12 y los 35 años a nivel mundial, corren el riesgo de perder la audición debido a la exposición prolongada y excesiva a música fuerte y otros sonidos recreativos, lo que puede acarrear consecuencias devastadoras para su salud física y mental, educación y perspectivas de empleo. 

Si bien es cierto que no es posible saber cómo nos podría afectar el ruido en el futuro, sí sabemos que la pérdida de audición inducida por el ruido se puede prevenir.

Una regla práctica para recordar es evitar sonidos que sean “demasiado altos” y que estén “demasiado cercanos”, o que duren “demasiado tiempo”.

Proteger la audición, ayuda a prevenir un daño irreversible.

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